Aquí tenemos un lavabo ya restaurado, no fue difícil pues estaba
bien conservado.
El trabajo una vez desmontado, ha
sido decaparlo y eliminar barnices antiguos, lijar y volver a barnizar. El
espejo es el original, está en algunas zonas con manchitas, pero esa es su
gracia que conserve el sabor a viejo.
La piedra esta perfecta, pero no así
estaban el cubo y la jarra, estaba pintada de blanco que ya no era blanco, era amarillo. Así que
lo decapado y le pedido a un amigo mío que tiene un taller de chapa y pintura
para coches que me lo pintara de blanco y ha quedado precioso como podéis ver,
luego he dibujado los escudos heráldicos
del apellido de mi marido y mío
en la loseta y compre una toalla blanca que también los lleva bordados
le puse un encaje que era de mi abuela y ahí tenéis el resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario