jueves, 14 de marzo de 2013


 

Aquí tenemos un lavabo  ya restaurado, no fue difícil pues estaba bien conservado.

El trabajo una vez desmontado, ha sido decaparlo y eliminar barnices antiguos, lijar y volver a barnizar. El espejo es el original, está en algunas zonas con manchitas, pero esa es su gracia que conserve el sabor a viejo.

La piedra esta perfecta, pero no así estaban el cubo y la jarra, estaba pintada de blanco  que ya no era blanco, era amarillo. Así que lo decapado y le pedido a un amigo mío que tiene un taller de chapa y pintura para coches que me lo pintara de blanco y ha quedado precioso como podéis ver, luego he dibujado los escudos heráldicos  del apellido de mi marido y mío  en la loseta y compre una toalla blanca que también los lleva bordados le puse un encaje que era de mi abuela y ahí tenéis el resultado.




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